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La Economía del Hidrógeno en Japón (I): La automoción

No cabe duda de que Japón es una gran potencia económica e industrial; sin embargo, su dependencia energética supera, actualmente, el 90%, llegando a importar combustibles fósiles para el 94% de su producción de energía y para el 98% de su transporte. Esto hace que el país tenga como prioridad la reducción de su dependencia energética, aparte del compromiso adquirido con el acuerdo de París de reducir en un 80% (con respecto a 2013) sus emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2050.

Todo ello, ha llevado a que el país se encuentre volcado en la “Economía del Hidrógeno”; siendo una de las geografías en la que este vector energético cuenta con una mayor implantación en varios sectores, incluido el de la automoción.

En estos momentos, el parque automovilístico de hidrógeno de Japón asciende a unos 2.500 vehículos, aparte de 2 autobuses, y las diferentes flotas de carretillas elevadoras que pueblan sus almacenes de empresas logísticas.

En lo relativo a infraestructura de estaciones de servicio de hidrógeno, el país cuenta con más de 100 estaciones de servicio que suministran este gas, habiendo sido el primer país que alcanzó el centenar de estaciones de servicio de hidrógeno. Desde el punto de vista geográfico, abarcan la totalidad del país, existiendo 4 en el norte, 40 en el área de Tokio, 26 en Schukyo, 12 en Kinki y 19 más en el sur de la isla.

Las previsiones para el año 2020, en el que se celebran los juegos olímpicos en su capital, se espera tener 40.000 vehículos de hidrógeno en las carreteras, 100 autobuses de pila de combustible y 160 estaciones de servicio de hidrógeno que los abastezcan, sí como medio millar de carretillas elevadoras, todo ello orientado a demostrar al mundo para ese año la capacidad tecnológica y energética de Japón.

Finalmente, para el año 2030 se esperan 800.000 vehículos de pila de combustible y 900 estaciones de servicio de hidrógeno en el país.

Un artículo de Javier Brey, CEO de H2B2.