Descarbonización,  HIDRÓGENO,  Transición energética

La función del hidrógeno en la descarbonización

El hidrógeno, hoy en día, tiene numerosas aplicaciones. Dentro de las industriales, es empleado, mayoritariamente, en tres aplicaciones: la producción de amoníaco, la producción de metanol y el refino de petróleo para la obtención de productos como la gasolina. Pero también tiene otros usos industriales, como en los sectores alimentario, farmacéutico o de acero inoxidable y en la producción de vidrio y semiconductores.

El hidrógeno industrial

En el 95% de los casos, ese “hidrógeno industrial” es producido mediante el reformado de gas natural (con las consiguientes emisiones de CO2). Tan solo en el 5% restante se emplea electrólisis de agua como método de producción de hidrógeno. La principal motivación es que el reducido precio del gas natural hace que el hidrógeno producido desde reformado haya sido, tradicionalmente, más económico que el producido mediante electrólisis. Todo ello, hace que el “hidrógeno industrial” sea uno de los culpables de las emisiones de CO2 en determinados sectores productivos.

Sin embargo, la bajada del precio de las energías renovables (el gobierno de Dubai ha confirmado que la empresa saudí ACWA ha conseguido un contrato de 900 MW de energía solar PV con un precio ofertado de 0’016953 $/kWh), unido a la mayor eficiencia de los sistemas de electrólisis poliméricos (PEM), ha llevado a que el kilogramo de hidrógeno producido desde electrólisis (hidrógeno verde o renovable) empiece a resultar atractivo también desde su perspectiva económica.

Esta bajada de precio puede hacer que muchas industrias empiecen a mirar hacia el hidrógeno verde como una manera de descarbonizar sus procesos; más aún, los esquemas energéticos hacia los que nos dirigimos (en los que el mix de energía de los países empieza a contar con un 50% de energía de origen renovable) van a hacer que este hidrógeno verde sea cada vez más usual y económico.

La penetración en otros sectores

Pero no es solo la industria la que se va a beneficiar de este cambio. El acuerdo de París de la COP21 (y, presumiblemente, el de la COP25 de este diciembre en Madrid) trata de la descarbonización de todos los sectores. No solo de la descarbonización de la industria, sino también de la de los sectores residencial, energético y transporte.

En lo relativo al sector residencial, la posibilidad de ir sustituyendo, de un modo gradual, y mediante diferentes esquemas técnicos, el gas natural por el hidrógeno es, sin duda alguna, una de las apuestas más prometedoras, y secundadas por las principales empresas de transporte y distribución de gas natural del mundo.

En lo que se refiere al sector transporte, el hidrógeno se presenta como una alternativa viable, sostenible y competitiva a la gasolina y al diésel. Los vehículos eléctricos de hidrógeno aúnan a la vez las ventajas y los beneficios de los vehículos convencionales y los de los de batería, convirtiéndose en una solución a la creciente demanda de vehículos de emisiones cero. Pero, más aún, el hidrógeno puede ser también el combustible de vehículo pesados, como camiones o autobuses, o incluso de barcos, trenes y aviones, contribuyendo así a la descarbonización de todo el sector.

Finalmente, en la descarbonización de la energía, el hidrógeno contribuye como sistema de gestión y de almacenamiento. A la ya comentada producción de hidrógeno desde electrólisis, le sigue la posibilidad de almacenar este gas en grandes cantidades y por períodos prolongados de tiempo. A continuación, mediante turbinas, motores o pilas de combustible, el hidrógeno puede convertirse nuevamente en energía útil, eléctrica o térmica. Constituye así una alternativa viable para el almacenamiento estacional de energía, capaz de almacenar decenas o centenas de GWh durante períodos de varios meses.

Todo ello hace que el hidrógeno sea una vector energético alternativo y sostenible, capaz de unirse a las energías renovables para gestionarlas, almacenarlas y, con ellas, descarbonizar los sectores de la energía, industria, residencial y transporte.