El hidrógeno no se encuentra en estado natural en la Tierra, por lo que no es una fuente de energía primaria: es necesario producirlo a partir de distintos procesos químicos, físicos o biológicos. Algunos de estos procesos son: el reformado de hidrocarburos, la electrólisis o la termólisis del agua, la gasificación del carbón, la producción bioquímica, o la fotocatálisis.