economía del hidrógeno
Descarbonización,  HIDRÓGENO,  Transición energética

Breve historia de la “Economía del Hidrógeno”

Origen de la Economía del hidrógeno

‘’The Hydrogen Economy’’, el libro que Jeremy Rifkin publicó en el año 2002, describía cómo el mundo debía cambiar de una economía establecida en los combustibles fósiles a una economía basada en el hidrógeno como combustible alternativo (al sistema energético conocido). El autor recogió tres motivaciones fundamentales para ello:

  • La inestable distribución de este recurso fósil
  • El pico en la producción mundial del petróleo
  • La necesidad desde un punto de vista medioambiental de hallar alternativas sostenibles.

El libro no pudo escribirse en mejor momento: dos años antes, el precio del barril de crudo se había duplicado, lo que generó protestas en los sectores productivos occidentales y, sobre todo, entre los agricultores que vieron cómo sus beneficios caían en picado debido al combustible para sus tractores.

Sin embargo, Rifkin no fue el primero en emplear este término. Fue hace 70 años cuando apareció, coincidiendo de nuevo con otra ‘’crisis del petróleo’’, que incrementó el precio del crudo por encima de límites nunca antes vistos en la historia.

El hidrógeno como vector energético

A pesar de que la industria química emplea a gran escala el hidrógeno como componente básico, la idea de ‘’Economía del Hidrógeno’’ se refiere al empleo de este gas como un vector energético: como un modo de acumular la energía y transportarla  para poder emplearla luego dónde y cuándo se necesite, transformándola en energía térmica o eléctrica. 

Se reconoce por ello al hidrógeno como vector energético por su capacidad de almacenar y transportar la energía, pero también por interrelacionar distintos sectores, ser suministro de energía y generador de electricidad:

  • Sector energético
  • Sector del transporte
  • Sector residencial
  • Sector  industrial. 

Aunque en 1766 se reconociera el hidrógeno como elemento químico, no fue hasta 1800 cuando se identificó la electrólisis del agua como método de producción de hidrógeno a partir de electricidad. A su vez, la pila de combustible como procedimiento electroquímico de convertir la energía del hidrógeno de nuevo en energía eléctrica se identificó en 1839.

Nacen los primeros motores de combustión de hidrógeno

A partir de este momento, se desarrollan los primeros motores de combustión interna de hidrógeno en 1920 y este gas como combustible empieza a ser un elemento de fundamental relevancia durante la carrera espacial en la década de 1960.

Un mito popular recoge que, en durante una cena en el año 1968, el ingeniero alemán Lawaceck sugirió la posibilidad de usar el hidrógeno como una nueva opción frente al gas natural que se distribuía en las ciudades. Poco después se suceden los documentos que desarrollan este concepto.

El profesor de química Bernhardt Patrick John O’Mara Bockris (más conocido como John Bockris), siendo profesor en la universidad de Pensilvania empleó el término ‘’Economía del Hidrógeno’’ en 1970 generando una gran controversia, para posteriormente desarrollar en profundidad el concepto en su libro ‘’Energy, the solar hydrogen alternative’’ en 1975. En éste plantea el hidrógeno (producido a partir del sol como energía primaria) como un novedoso y sostenible combustible para emplear como alternativa al gas natural y al petróleo.

El hidrógeno líquido podrá ser la solución al transporte

El estudio ‘’Toward a Liquid Hydrogen Fuel Economy’’, presentado en marzo de 1970 por Lawrence W. Jones en la Universidad de Michigan, instituye que el hidrógeno líquido producido a raíz de energía nuclear y electrólisis, puede ser el combustible idóneo para el transporte aéreo y terrestre.

En el estudio, el autor -motivado tanto por razones políticas como estratégicas y medioambientales- encomienda que la energía primaria sea de origen renovable (principalmente solar) o bien nuclear, pero reconoce que éstas no solucionan las necesidades del transporte, por lo que se decanta por el hidrógeno líquido como combustible idóneo para estas aplicaciones.

Los argumentos para apoyar esta fuente renovable de energía son los cuantiosos avances que hubo durante la carrera espacial de la anterior década, en lo relativo al uso y producción del hidrógeno líquido, e inclusive lleva a cabo algunos cálculos (técnicos y económicos) aludiendo tanto a los motores como las pilas de combustibles, como sistemas capaces de transformar respectivamente la energía química del hidrógeno en energía eléctrica y térmica. El estudio de Jones también recoge cómo enfrentarse a los picos de demanda, analizando las maneras de gestionar y almacenar la energía eléctrica y mencionando las baterías como una posible alternativa en este sentido. 

Cabe destacar que el año 1974, el Profesor Nejat Veziroglu (Universidad de Miami) llevó a cabo la primera conferencia dedicada al concepto que nos atañe. Fue este el germen de lo que más tarde fue la International Association for Hydrogen Energy (IAHE).

Islandia, país pionero en Economía del Hidrógeno

Islandia fue el país pionero en establecer un plan para tener su propia Economía de Hidrógeno.

En 1998, se estableció un plan a 30 años para que la isla pudiera ‘’moverse’’. Para ello empleaba  este combustible como vector energético, producido además de manera autóctona y renovable. Se trata pues del país pionero y motor de la Economía del Hidrógeno.

La ‘’Economía del Hidrógeno’’ tiene un papel fundamental dentro de la planificación estratégica y económica de numerosas regiones y países, entre los que destacan Europa, Japón o Estados Unidos.

La ‘’Economía del Hidrógeno’’ se considera un pilar fundamental para la descarbonización de todos los sectores, una mayor gestión y penetración de las energías renovables y un futuro viable medioambientalmente.