ECONOMÍA,  HIDRÓGENO

El marco de la Economía del Hidrógeno a cierre de 2020

2020 ha sido un año prolífico
en cuanto al despliegue de estrategias
e iniciativas en torno
al hidrógeno renovable.

Así, en España, a partir de la presentación del Plan Nacional Integrado en Energía y Clima (PNIEC), han surgido diferentes documentos que subrayan el importante papel que el hidrógeno va a jugar para la descarbonización de los diferentes sectores y para el despliegue de las energías renovables hasta su máximo potencial. Entre estos documentos, merece la pena destacar el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050, el Borrador de la Estrategia de Almacenamiento Energético y, sobre todo, la Hoja de Ruta del Hidrógeno.

Esta última Hoja de Ruta, presentada en el pasado mes de noviembre, recoge 60 medidas y objetivos de cara a 2030, tales como tener 4 GW de electrolizadores instalados para ese año (con un hito intermedio de 200 – 600 MW para 2024), o una contribución mínima del hidrógeno renovable en el uso industrial de un 25%. Pone también objetivos para el uso de hidrógeno como un combustible alternativo, estableciendo un despliegue de 150 estaciones de servicio de hidrógeno y 7.500 vehículos de emisiones cero que empleen este gas como combustible.

En el plano europeo, el pasado 8 de julio se presentaban tres iniciativas fundamentales en torno al hidrógeno: la Energy System Integration Strategy, la EU Hydrogen Strategy y la EU Clean Hydrogen Alliance. Entre los objetivos de la estrategia europea del hidrógeno destaca el despliegue de 40 GW de electrolizadores antes del año 2030, con un hito intermedio de tener 6 GW implementados para 2024.

Esta estrategia europea supone una apuesta clara por la descarbonización de la economía, reconociendo, a la vez, el papel relevante que va a jugar el hidrógeno.

Pero no son sólo España y la Unión Europea los que están presentando estrategias energéticas basadas en el uso del hidrógeno. En este año 2020 también han presentado estrategias similares países como Holanda, Noruega, Portugal, Francia, Chile o Finlandia, en una clara manifestación de que la apuesta por el hidrógeno es un movimiento global e irreversible.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Los diferentes países deben avanzar aún en normativa, estandarización y regulación. Los procesos de producción, almacenamiento, transporte, distribución y uso del hidrógeno aún deben ser armonizados y reglamentado de modo que el hidrógeno renovable y sus aplicaciones en el ámbito energético, industrial, residencial y del transporte sean una realidad.

En este sentido, por ejemplo, la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) trabaja, por encargo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de España en el desarrollo de la Agenda Sectorial de la Industria del Hidrógeno en nuestro país. Este documento, consensuado con todos los agentes del sector y sectores afines, será un Instrumento clave en el Marco Estratégico para la Industria Española del Gobierno de España, que permitirá mejorar la competitividad del sector. La Agenda Sectorial identificará las líneas de actuación y medidas prioritarias, definiendo a la vez una estrategia a medio y largo plazo para alcanzar el liderazgo competitivo de España en estas tecnologías.

Todo ello, hace que se prevea un inicio de 2021 apasionante en el ámbito del hidrógeno, donde todo este trabajo verá sus frutos en el desarrollo de nuevas aplicaciones, proyectos, productos y mercados en el ámbito del hidrógeno y de las pilas de combustible.