Descarbonización,  ECONOMÍA,  HIDRÓGENO

Planes económicos del hidrógeno en Europa y España

Introducción

En junio de 2021, la firma de inteligencia Global Data publicó su último informe: Global Hydrogen Market Report 2021 – Market Outlook, Trends, and Key Country Analysis. El mismo concluía que el hidrógeno, como vector de energía, está ganando protagonismo como un componente crítico para la transición energética de cara a la descarbonización profunda de la sociedad. Debido a esta popularidad, la mayoría de países están considerando una economía basada en el hidrógeno como una solución a las crecientes emisiones de carbono.

Son muchos los planes estratégicos que se están desarrollando en torno a este vector energético por todo el mundo. Ninguna región o país se quiere quedar fuera del tablero de juego de esta creciente economía y durante los últimos meses se han anunciado importantes proyectos para asegurar la competitividad de la industria del hidrógeno en Estados Unidos, América Latina u Oriente Próximo.

No obstante, para que estos planes estratégicos tengan éxito deben ir acompañados necesariamente de programas de inversión pública para incentivar la inversión privada por un lado y, por otro, para potenciar y acelerar el desarrollo de esta tecnología. En este sentido, la administración española y la europea han traducido sus estrategias en planes de estímulo para hacer crecer el sector.

Planes económicos de la UE

Como respuesta a la crisis desatada por la pandemia de la COVID-19, la Unión Europea anunció en diciembre de 2020 el paquete de medidas de estímulo económico NextGenerationEU, dotado con más de 750.000 millones de euros. Estos fondos se plantearon, además, como una oportunidad para transformar la economía y crear una Europa más ecológica, digital y resiliente. En el marco de este plan, la transición climática y la descarbonización de la economía son ejes vertebradores de las partidas monetarias, otorgando el mayor porcentaje en la historia de los presupuestos europeos a la lucha contra el cambio climático: un 30%.

Adicionalmente, en la Unión Europea también existen varios instrumentos financieros con potencial para apoyar proyectos de hidrógeno renovable:

  • Innovation Fund, para proyectos de tecnologías innovadoras bajas en carbono, con una dotación de unos 10.000 M€ para el periodo 2020 – 2030.
  • European Green Deal call: encuadrado dentro del programa Horizon 2020, se va a lanzar una convocatoria adicional dotada con 1.000 M€, en el marco del Pacto Verde Europeo.
  • Horizon Europe: programa de inversión en investigación e innovación de la UE para el periodo 2021 – 2027, contará con un presupuesto de 75.900 M€, de los cuales, un 35% estarán destinados a abordar los desafíos del cambio climático.
  • Clean Hydrogen Alliance: creada para canalizar y coordinar los instrumentos de financiación para el desarrollo de las tecnologías de hidrógeno y las pilas de combustible, se estima movilizará unos 2.600 M€.
  • InnovFin Energy Demonstration Projects: mecanismo del Banco Europeo de Inversiones a través de préstamos de entre 7,5 y 75 M€.

Planes económicos del Gobierno de España

 Del programa NextGenerationUE, a España se le han asignado 140.000 M€ del total de los fondos. Este montante será repartido por el Gobierno central en base al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aprobado por el Consejo de Ministros en abril y validado por la Comisión Europea en junio. Este plan se estructuró en torno a cuatro ejes fundamentales; el primero de ellos, el refuerzo a la inversión pública y privada para reorientar el modelo productivo, impulsando la transición verde, la descarbonización, la eficiencia energética, el despliegue de las EERR, el desarrollo de almacenamiento de energía y la economía circular. Dichos ejes se articulan a través de 10 grandes áreas o palancas, entre las que pondremos el foco en la III: Transición energética justa e inclusiva. Debido a la importancia del hidrógeno verde para la consecución de los objetivos fijados, el plan establece una partida exclusiva para el desarrollo de este vector energético: de los 6.385 M€ destinados a la transición energética, 1.555 M€ están destinados a la Hoja de Ruta del hidrógeno renovable y su integración sectorial. Un 2,2% del total del plan,

Esta dotación tiene como objetivo posicionar a España como referente tecnológico en producción y aprovechamiento de hidrógeno renovable, creando cadenas de valor innovadoras. Se trata de crear un entorno favorable para el desarrollo y despliegue del hidrógeno renovable como vector energético clave para el futuro. El proyecto de país del hidrógeno renovable se desarrollará a través de cuatro líneas:

  • Medidas de apoyo a pymes y centros tecnológicos.
  • Integración sectorial.
  • Desarrollo de proyectos pioneros.
  • Integración de la cadena de valor nacional en la cadena de valor comunitaria.

Paralelamente a estos fondos, la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable planteada por el Gobierno de España identifica diversos instrumentos financieros para el apoyo de iniciativas y proyectos relacionados con la descarbonización de la economía:

  • Proyectos CIEN: fondos para proyectos de consorcios empresariales de entre 5 y 20 M€. Dará cobertura financiera de hasta el 85% del presupuesto aprobado.
  • Misiones Ciencia e Innovación, del CDTI. De las 5 misiones planteadas, 3 de ellas son de aplicación para proyectos de hidrógeno renovable. La última convocatoria contó con una dotación de 70 M€, y se ha abierto otra convocatoria recientemente
  • Plan MOVES II, con el foco puesto en la descarbonización del transporte, dotado con un presupuesto de 100 M€.

Conclusiones

El hidrógeno verde es un vector clave para la consecución de los objetivos medioambientales fijados por los estados de la UE de cara a 2030 y 2050. Los proyectos de producción de hidrógeno han crecido estos últimos años gracias a la inversión privada, una muy buena noticia que revela el potencial del sector y el interés en él. Pero que, sin embargo, pone de manifiesto la necesaria implicación de las administraciones para dar el siguiente paso. Los poderes públicos disponen de herramientas para fomentar el hidrógeno a través de inversiones, pero también construyendo un entorno que elimine las barreras que este mercado aún tiene y, sobre todo, mediante la regulación; sin una regulación clara y operativa que favorezca la introducción del hidrógeno verde todo este esfuerzo e inversión serán en balde. Con una agenda decidida y unos objetivos ambiciosos que incluyan el desarrollo y establecimiento de una regulación favorable, los Gobiernos también podrán contribuir a rebajar los costes de producción y uso que actualmente tiene el hidrógeno, para poder así ponerlo a disposición del público general.

Todos los planes e instrumentos financieros mencionados en este artículo dibujan un futuro prometedor para el sector y, por extensión, para la lucha contra el cambio climático. Pero no nos relajemos: queda aún mucho camino por recorrer. Es importante tener en cuenta que el país que resultará vencedor en la pugna por la economía del hidrógeno será aquel que más invierta en el desarrollo y mejora de las tecnologías de producción del hidrógeno verde. Conviene recordar que, en España, son las pequeñas y medianas empresas las que más activos financieros y humanos están destinando a esta línea de trabajo.