Formación Tecnologías Hidrógeno
HIDRÓGENO

La necesidad de la formación en tecnologías del hidrógeno

En anteriores ocasiones, he tratado la oportunidad que supone la implantación de la economía del hidrógeno en lo relativo a la creación de riqueza, empresas o empleo. Sin embargo, una pieza clave para lograr esto es la previa incorporación de las tecnologías asociadas en los planes de estudio de los diferentes niveles educativos.

Esta incorporación, necesariamente, ha de hacerse de manera integral y multidisciplinaria. Algunos ejemplos de ello serían:

  1. Incorporación en programas universitarios y de formación técnica: las instituciones académicas deben diseñar programas específicos que aborden las distintas áreas de la Economía del Hidrógeno, incluyendo la producción, almacenamiento, transporte, y aplicaciones industriales y de movilidad.
  2. Investigación y desarrollo: se debe fomentar la investigación en tecnologías de hidrógeno y establecer centros de excelencia en universidades y laboratorios de investigación para impulsar el conocimiento y la innovación en este campo.
  3. Formación continua: además de los programas educativos, es esencial ofrecer cursos de formación continua para los trabajadores ya empleados en sectores relacionados, de modo que puedan actualizar sus habilidades y adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
  4. Colaboración entre empresas y academia: las empresas que lideran la industria del hidrógeno deben colaborar con las instituciones académicas para desarrollar programas de formación adaptados a las necesidades específicas de la industria.
  5. Apoyo gubernamental: los gobiernos deben promover políticas y programas que incentiven la formación en hidrógeno verde, ya sea mediante subvenciones para la investigación, becas para estudiantes o incentivos para empresas que capaciten a sus trabajadores.

 

Por otra parte, y desde el punto de vista de las capacidades, esta transición hacia la Economía del Hidrógeno, se requerirán diversos perfiles profesionales con conocimientos y habilidades específicas en diferentes áreas relacionadas con la producción, transporte, almacenamiento y aplicación del hidrógeno. Algunos de los perfiles que serán importantes para esta industria emergente incluyen:

  1. Ingenieros de diferentes especialidades: profesionales especializados en el diseño, desarrollo y operación de sistemas de producción de hidrógeno, que ayuden a asegurar una producción eficiente y sostenible de este combustible alternativo.
  2. Especialistas en tecnologías de electrólisis: personas con conocimientos en tecnologías de electrólisis que permiten obtener hidrógeno verde a partir de la electricidad y agua, en sus diferentes tecnologías.
  3. Técnicos de instalaciones de hidrógeno: trabajadores capacitados para llevar a cabo el montaje, mantenimiento y reparación de infraestructuras relacionadas con la producción y almacenamiento de hidrógeno.
  4. Especialistas en almacenamiento de hidrógeno: profesionales que se enfoquen en el diseño y gestión de sistemas de almacenamiento de hidrógeno, ya sea en forma de gas comprimido, líquido criogénico o portadores específicos como el amoníaco o el metanol.
  5. Especialistas en logística de hidrógeno: profesionales encargados de planificar y gestionar el transporte seguro y eficiente del hidrógeno a través de tuberías, barcos, camiones o ferrocarriles.
  6. Especialistas en aplicaciones industriales y movilidad: personas con experiencia en adaptar tecnologías de hidrógeno verde para su uso en sectores industriales, como la industria química, siderúrgica o de refino, y en aplicaciones de movilidad, como vehículos eléctricos de pila de combustible.
  7. Especialistas en seguridad y normativas: profesionales dedicados a garantizar la seguridad en todas las etapas del ciclo del hidrógeno y a cumplir con las regulaciones y normativas establecidas para su uso seguro.
  8. Investigadores especializados en el desarrollo de nuevas tecnologías: científicos e ingenieros que investiguen y desarrollen tecnologías innovadoras para mejorar la producción, almacenamiento y aplicación del hidrógeno verde.
  9. Especialistas en gestión energética y economía: profesionales que analicen y planifiquen la integración de sistemas de hidrógeno verde en el contexto de la gestión energética global y evalúen su viabilidad económica
  10. Expertos en regulación: profesionales que apoyen y participen en el desarrollo de la regulación específica para el despliegue de la economía del hidrógeno, contribuyendo a que exista un marco específico lo antes posible.
  11. Especialistas en desarrollo, promoción y financiación de proyectos: personas dedicadas a hacer viable y real el desarrollo de grandes proyectos de hidrógeno, de modo que se genere un mercado real.
  12. Expertos en educación y divulgación: personas capacitadas para educar y concienciar sobre la Economía del Hidrógeno, difundiendo información y promoviendo su adopción en la sociedad.

 

En este sentido, y alineado con todo ello, nuestro país cuenta ya con una oferta, reducida pero interesante, de formación en hidrógeno; diferentes escuelas de formación y de negocios ofrecen cursos (presenciales y online) con duraciones entre 50 y 200 horas que permiten el reciclaje de profesionales, así como una formación básica para recién graduados.

Mención aparte merecen los dos másteres universitarios específicos que se ofertan en nuestro país, y que son, sin duda, una referencia a nivel internacional: por una parte, el “Máster interuniversitario de formación permanente en Tecnologías de Hidrógeno”, ofertado por la Universidad de Mondragón en colaboración con otros centros nacionales; y, por otra parte, el “Máster Universitario en Energías y Tecnologías del Hidrógeno” de la Universidad Loyola que, además, tiene la característica de ser el primero con el sello de “oficial”, que le dota de reconocimiento a nivel europeo y abre la puerta a efectuar la Tesis Doctoral en este campo.

Como puede apreciarse, es importante que los planes de estudio y programas de formación aborden la multidisciplinariedad del campo del hidrógeno, ya que la transición hacia esta economía requerirá un enfoque integral y colaborativo entre profesionales de diversas áreas para lograr una implementación exitosa.