ECONOMÍA,  HIDRÓGENO,  Transición energética

El coste del hidrógeno verde

Desde hace tiempo se viene hablando de la posibilidad de emplear el hidrógeno de origen renovable (a veces denominado “hidrógeno verde” o “green hydrogen”) como vector energético, como combustible global y como materia prima, en la llamada Economía del Hidrógeno. Sin embargo, como es obvio, esto ha de enmarcarse en un escenario de costes de producción adecuado, que muchas veces se obvia o se pasa por alto.

En este sentido, conviene recordar que, al referirnos al hidrógeno renovable, la mayoría de las veces nos referimos al producido mediante electrólisis, empleando en el proceso de ruptura de la molécula de agua energía eléctrica de origen renovable. Así, para producir un kilogramo de hidrógeno, necesitaremos una cierta cantidad de energía eléctrica, en el rango de 50 – 57 kWh. Con ello, y por poner un ejemplo, si el kWh está a 2’5 céntimos de euro, y necesitamos 56 kWh para producir un kilogramo de hidrógeno, estaríamos hablando de un coste de electricidad de 1’4 euros por kilogramo de hidrógeno producido. A esto, habría que añadirle el coste del agua (mucho menor) y la amortización del electrolizador, así como los costes de O&M. Todo ello, nos puede llevar a un coste en el rango de los 2’5 Euros por kilogramo.

Hoy en día, el hidrógeno de origen fósil se produce, mediante reformado de combustibles, a un coste de 1’5 – 2’5 Euros el kilogramo. Como vemos, una cifra en el rango del hidrógeno renovable a los precios indicados de la electricidad. ¿Qué falta, entonces, para que el hidrógeno renovable sea una realidad?

En primer lugar, que las energías renovables se consigan a un precio en el rango de los 2’5 céntimos de euro por kWh; esto es ya posible, según lo visto en las últimas subastas de EERR en España; pero, además, es un precio que se va a reducir en el corto plazo; no podemos olvidar que el coste del kWh de origen fotovoltaico se ha visto reducido a una décima parte en los últimos diez años.

En segundo lugar, tenemos que considerar las horas disponibles de esa energía eléctrica, renovable y a bajo coste. De este modo, no es lo mismo disponer de 1.800 horas al año que de 8.000; en el primer caso, la amortización del equipo (planta de electrólisis) necesitará de un mayor número de años, o, equivalentemente, de un aumento en el precio del kilogramo de hidrógeno renovable vendido.

Evidentemente, otros mercados (diferentes del sector industrial), tendrían otros precios para el hidrógeno renovable.

Por ejemplo, en el sector del transporte, si consideramos al hidrógeno como un combustible alternativo para vehículos utilitarios de emisiones cero, hemos de tener en cuenta que con un kilogramo de hidrógeno un automóvil puede desplazarse hasta 120 kilómetros por hora; esto nos lleva a que un conductor estaría dispuesto a pagar en el surtidor hasta 10’5 euros por ese kilogramo (por su equivalencia por 100 kilómetros recorridos con gasolina). Como vemos, un precio mucho mayor que e el sector industrial, incluso considerando que hay que incluir costes de compresión, transporte y distribución.

Finalmente, si consideramos la sustitución del gas natural, el precio del kilogramo de hidrógeno renovable debería situarse en el entorno del euro por kilogramo.

¿Qué previsiones hay para la evolución del coste del hidrógeno renovable? Según la consultora McKinsey, España estará produciendo hidrógeno renovable a 2 Euros por kilogramo para 2030 y a 1 Euro por kilogramo para el año 2050, considerando la evolución que van a tener las energías renovables en nuestro país.

Como vemos, el hidrógeno renovable aún no es hoy competitivo, pero con una adecuada regulación y los proyectos de demostración anunciados en prensa por las diferentes empresas, no cabe duda de que será una alternativa económica en el medio plazo.