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Introducción
El hecho de que el covid-19 genere una crisis sin precedentes a nivel global y dañe la economía, los puestos de trabajo, la industria y el desarrollo en general hace que el Green Deal y los planes para el hidrógeno tengan más sentido que nunca. Se hace necesario invertir los fondos europeos en negocios sostenibles, tanto ahora como de cara al futuro. Solo así, si son sostenibles a largo plazo, las generaciones futuras podrán devolver las decenas de miles de millones que se van a prestar.
El plan de recuperación europeo podía haber sido diferente del Green Deal pero se ha elegido esta estrategia por ser la mejor para ayudar a Europa. Y el hidrógeno, como eslabón necesario en la cadena de transición energética, es parte de esa herramienta.
Por eso es necesario definir los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta el hidrógeno y que, desde empresas y agentes especializados del sector, se apoye y ayude a las instituciones a trazar el mejor plan de ruta para lograr la recuperación económica y medioambiental.
Riesgos y oportunidades tras el covid-19
En una primera reflexión, podría pensarse que el sector del hidrógeno se enfrenta a algunos riesgos como resultado de la crisis actual. En el corto plazo, quizás las empresas pequeñas e innovadoras que forman la columna vertebral de los proveedores de tecnología se enfrenten a falta de liquidez debido a una caída en los ingresos. O podría ser que los compromisos en materia de política climática y ambiental pasasen a un segundo plano en los proyectos de recuperación económica en España, además de que los inversores podrían, por los mismos motivos expuestos anteriormente, estar menos inclinados a financiar el crecimiento planificado del sector.
Sin embargo, me atrevería a decir que el covid-19 podría dar un impulso al hidrógeno impensable hasta ahora. Recientemente, la Comisión Europea ha definido el hidrógeno no solo como un contribuyente potencial para resolver los desafíos de la transición del sistema energético, sino como una solución sin la cual Europa no puede alcanzar sus objetivos para 2050 en la reducción de emisiones de GEI, lo que no significa que otras soluciones tecnológicas no puedan o no deban contribuir a estos objetivos de descarbonización. De los 750.000 millones de euros que la UE va a destinar a la recuperación económica, 30.000 millones se destinarán al hidrógeno renovable, con lo que se acelerarán los planes de energías renovables en general y del hidrógeno en particular. El pasado 8 de julio fue un día clave en la historia de la economía del hidrógeno en Europa, con la publicación de la Energy System Integration Strategy, la EU Hydrogen Strategy y la presentación de la EU Clean Hydrogen Alliance. Y España se beneficiará de todo ello. De hecho, el presidente Pedro Sánchez ya ha incluido este vector como una de las soluciones post-covid para impulsar el sector del automóvil en España.
Hoja de ruta en España
A principios de marzo de 2020, el Ministerio para la Transición Energética abrió dos consultas públicas a través de las cuales poder elaborar una hoja de ruta del hidrógeno verde en España: una para la elaboración de la hoja de ruta del hidrógeno renovable y otra, para la elaboración de la estrategia de almacenamiento. Estado de alarma de por medio, los técnicos del Ministerio ha han estado trabajando todo este tiempo para poder sacarlo a la luz en septiembre. Mientras se trabaja en esta hoja de ruta, el Ministerio de Industria ha encargado a la Asociación Española del Hidrógeno que elabore una agenda sectorial que se hará pública en enero de 2021.
La producción de hidrógeno verde competitivo podría convertir a España en un país exportador y un importante hub a nivel internacional. Por el momento, hay cuatro mensajes fundamentales que debemos tener en cuenta a la hora de abordar la primera de las consultas:
- Es importante una regulación para el hidrógeno en la red de gas natural similar a la que existe en el sector eléctrico: puntos de enganche, vertido, etc.
- Es clave que se desarrollen proyectos de demostración, que permitan aprender y tener datos reales de operación en España. Esto, además, crea industria local.
- Esa industria está dividida en producción, almacenamiento, transporte y distribución de hidrógeno.
- En el transporte es clave el apoyo a la infraestructura (autobuses, camiones, …). La creación de una cuota de “hidrógeno renovable” en refinerías ayudaría a reducir CO2 y mejorar la dependencia energética, a la par que abriría mercado, de un modo similar a lo que se hizo con el bioetanol.
Desde H2B2, la empresa que presido desde 2018 y que acumula dos décadas de experiencia en producción de hidrógeno mediante electrólisis del agua, acudimos a la invitación de trabajo en la hoja de ruta del hidrógeno en España respondiendo a las dos consultas previas planteadas por el Ministerio. A lo largo de las próximas semanas compartiré en mi web las respuestas a ambas, en pos de unificar esfuerzos hacia la única (y tan necesaria) dirección de descarbonizar España y el continente europeo.
Referencias de otros países
A modo de ejemplo de país que alienta a la implantación del hidrógeno, podemos tomar como referencia Estados Unidos, y más concretamente el Estado de California, donde la Comisión de Energía (CEC) ha puesto en marcha varias iniciativas para favorecer la penetración del hidrógeno y, en particular, del hidrógeno renovable. Estas iniciativas se pueden resumir en dos:
1.- Regulación
- Mínimo porcentaje de hidrógeno renovable requerido: actualmente, se requiere que un 33% del hidrógeno dispensado como combustible para el transporte sea de origen renovable. En 2019, se registró que, de media, el 36% del hidrógeno dispensado en las estaciones de servicio era hidrógeno renovable.
- Low Carbon Fuel Standards (LCFS): sistema de créditos que se otorgan a combustibles alternativos a la gasolina o al diésel. Dependiendo de la intensidad de emisiones de dióxido de carbono del combustible, la cantidad de créditos será mayor o menor. Esto ayuda a los combustibles alternativos a competir con los convencionales. Existe un mercado para estos créditos, cuyo precio varía en función de diferentes factores. Dentro de este programa, el hidrógeno empleado como combustible para el transporte tiene dos maneras de generar estos créditos: por kilogramo dispensado y por capacidad de la estación de servicio que no se ha dispensado
2.- Subvenciones
- Desde hace tiempo, la CEC lleva subvencionando la construcción de estaciones de servicio de hidrógeno y, hace aproximadamente 2 años, empezó a subvencionar la construcción de plantas de producción de hidrógeno renovable.
Gracias a estas medidas, en 2019 se registraron 43 estaciones de servicio en operación, 6.826 vehículos de pila de combustible y se vendieron 3.300 kg de hidrógeno diario. El objetivo de California es llegar a 200 estaciones de servicio de hidrógeno en 2025 y 1.000 estaciones de servicio de hidrógeno en 2030.
De esta forma, subvencionando las primeras hidrogeneras y plantas de producción de hidrógeno han favorecido el despliegue del hidrógeno como combustible. Y con la regulación, han apoyado que el hidrógeno dispensado sea renovable, con el objetivo de que el hidrógeno verde acabe llegando al 100%.
Conclusión
España sigue avanzando, como otros muchos países de la Unión Europea, hacia la tan necesaria descarbonización de la economía y neutralidad climática, apostando por la eficiencia energética y una mayor penetración de las renovables en el mix energético nacional.
En este contexto, el hidrógeno se presenta como un vector energético clave, ya que permite integrar renovables a gran escala de forma eficiente y descarbonizar sectores intensivos en emisiones como el transporte, la industria o la producción eléctrica. Por eso es más necesaria que nunca la firme apuesta del sector institucional y público por esta y otras energías que no solo ayudarán a paliar el cambio climático, sino que pueden servir para acelerar la recuperación económica a la que debemos encaminarnos para luchar contra los efectos económicos que el coronavirus dejará tras de sí.